Escherichia coli O157 productor de toxina Shiga (STEC) es un patógeno emergente transmitido por alimentos que ha producido importantes brotes de infección alimentaria a partir de 1982. Asociado a casos esporádicos y brotes de diarrea con o sin sangre, colitis hemorrágica y síndrome urémico hemolítico (SUH).
En nuestro país el SUH es endémico, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), Argentina tiene la tasa más alta de infección del mundo en menores de cinco años (8,5 casos por cada 100 mil niños). Al año, hay en el país 5 mil infecciones por STEC y 500 chicos desarrollan el síndrome. El SUH es la primera causa de insuficiencia renal aguda en niños y origina el 20% de los trasplantes de riñón pediátricos. Puede dejar secuelas de por vida como hipertensión, alteraciones neurológicas y causa la muerte entre un 3 y 5% de los casos.
La STEC O157:H7 es el serotipo más frecuentemente aislado en los casos de SUH y diarrea sanguinolenta.
La transmisión se realiza a través del consumo de alimentos contaminados, destacándose los elaborados a base de carne picada y leche no pasteurizada. La contaminación fecal de agua y otros alimentos, como ser embutidos fermentados, mayonesa, lechuga, espinaca, jugo de manzana no pasteurizado, yogur, quesos; y la contaminación cruzada durante la preparación de alimentos son indicadas como rutas de infección. Otras formas de transmisión son el contacto directo del hombre con los animales y persona a persona por la ruta fecal-oral.
Las medidas de prevención de la infección por E. coli O157: H7 son similares a las recomendadas para otras enfermedades transmitidas por los alimentos, como son las cinco claves para la inocuidad de los alimentos recomendada por la OMS:
Esas recomendaciones deben aplicarse en todos los casos, en especial la cocción completa para que el centro de los alimentos llegue al menos a 70 °C. Hay que lavar bien las frutas y verduras, especialmente si se comen crudas. Las poblaciones vulnerables (niños, personas mayores e inmunodeprimidos) deben evitar el consumo de productos cárnicos crudos o poco cocidos, leche cruda y productos elaborados con la misma. El lavado frecuente de las manos, sobre todo antes de preparar o consumir alimentos y después de ir al baño, es muy importante puesto que la bacteria puede transmitirse de persona a persona, así como a través de los alimentos, el agua y el contacto directo con animales.
Al estar relacionada a un amplio espectro de enfermedades asociadas a cepas STEC, y que la Escherichia coli O157:H7, se la pueda considerar como marcador de presencia de otras ETAs, radica la importancia que tiene su DETECCIÓN en los productos susceptibles, para mejorar las estrategias en la prevención y control, y así disminuir su impacto en la Salud Publica.
Nuestro Laboratorio está autorizado por SENASA para expedir protocolos con validez oficial. Se realizan análisis en productos y subproductos cárnicos, fermentados y listos para el consumo y otros alimentos, así como también esponjados e hisopados de media res.